2008-06-13

"Gafes" del oficio

Creo que alguna vez he dejado escrito que soy gafe. No pesimista como Bustillo, sino gafe. Allí donde he colaborado como tribuletillo no tardaron esos medios en ser clausurados por un juez o directamente cerrados por la policía. Los colegas dirían gajes del oficio, pero yo digo “gafes” del oficio.

Jon ODRIOZOLA, columnista de EGIN


EGIN fue un periódico diferente que no dejaba indiferente.Yo puedo presumir de que me he leído –no de punta a cabo, evidentemente- todos y cada uno de los ejemplares de EGIN desde su nacimiento en septiembre de 1977, incluso los que me perdí estando -poco tiempo- en la cárcel. Llámenlo ritual, si se quiere, aunque este término no me gusta por la connotación religiosa que conlleva (los más cínicos y sofisticados dirían “liturgia”). Bueno, también en mi infancia no podía faltar en mi dieta (y en mi dosis) El Capitán Trueno y El Jabato. Claro que EGIN no era, precisamente, un periódico para críos, y eso que le llamaban el "Hazañas Bélicas”.

La prensa bajo el capitalismo no es más que la traducción simultánea del poder (esto se lo oí decir a Antonio Alvarez Solís en Deusto años ha). Dice lo que el poder quiere que diga. Laprensa no es el cuarto poder: es un brazo del mismo poder. Sus diferencias no son más que disputas de patio de colegio entre fracciones de la burguesía por la posesión del balón en el recreo. Lo que jamás harán será tocar el sistema o, como ellos dicen, las reglas del juego, o sea, quítate tú para ponerme yo y viceversa cuando toque para distraer al personal. EGIN no era un periódico revolucionario. De serlo hubiera estado en la clandestinidad. Pero no se trataba de eso. Fue un proyecto para, como suele decirse, y es ya tópico, dar voz a los sin voz. Dar voz a los afónicos, bienaventurar a los hambrientos de voz (hoy, por cierto, ni voto).

Debo decir, en justicia, que yo, a EGIN, le debo casi todo lo que soy como persona, incluso sentimentalmente hablando (que es mucho hablar y por eso lo dejo ahí). Yo nunca he sido un profesional que viva del periodismo (siempre he vivido de las mujeres por vía troncal, parental,bilateral y colateral) y, sin embargo, jamás me he visto a mí mismo colaborando en otro periódico queno fuera EGIN. Cuando tenía 24 ó 25 años me ofrecieron (mediante recomendación) entrar en la redacción de EL PAIS en Bilbao (entonces no era Bilbo) y dije que, gracias, pero no.Y entonces los coleguis se pirraban por entrar allí, en el periódico más moderno y guay, oyes .Como siempre supe que no viviría del periodismo, no por falta de vocación o nihilista, sino por incorregible, me tiré ese moco. No me ha ido mal. Pero en esta profesión tan puta, no todos tienen mi suerte y, menos a las “vedettes” y mercenarios de la pluma, me rindo ante los plumillas.

Acabo con dos cosas.La primera es agradecer a quienes tuvieron alguna fe en mí y me dejaban publicar en EGIN (empecé haciendo reseñas de li bros en “Liburuak” y, antes, escribiendo “gutunak” con seudónimo –uno era, ahora que ya nadie se acuerda puede decirse, Athos-). Y la segunda ciscarme en el juez Garzón porque nunca sabrá que cuando cerró EGIN, ese día de julio de 1998, yo había ganado la etapa (y, por tanto, la bici) de la Porra del Tour que organizaba EGIN todos los años (véase, si no se me cree, la hemeroteca en “Euskadi Información”).

Salud.

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